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El lado oscuro de la luz
El consumidor observa asombrado desde hace meses como la bajada del precio del petróleo ha pasado de 115 dólares por barril a unos 55 (según declaraciones del ministro Soria efectuadas el 14 de marzo de este año. En 2008 el precio del barril llegó a 140$), algo que no repercute en una bajada de los precios de los carburantes que suministra a su coche. Y desde hace ya tiempo descifrar el recibo de la luz, una especie de jeroglífico lleno de conceptos abstractos, se ha convertido en una tarea difícil para las inteligencias de los ciudadanos que, no obstante, sospechan que algo se les oculta. No comprenden cómo pagan tanto a pesar de los motores eficientes de sus vehículos, de que han cambiado las antiguas bombillas por las de bajo consumo, o han reemplazado los electrodomésticos por otros de eficacia probada, o han aislado herméticamente sus hogares con revestimientos homologados. ¿Qué pasa, por qué pagamos tan cara la energía?
Vamos a ver someramente cómo se calcula lo que paga el consumidor por su litro de gasolina.
Según la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), el precio de los combustibles está formado por tres factores: el precio de la materia prima; otros costes como el transporte, el mantenimiento de refinerías o lo que ganan los distribuidores, etc., y los impuestos, que suponen aproximadamente la mitad del precio final que paga el consumidor.
En el pasado mes de julio, los dos primeros factores del precio de la gasolina de 95 octanos suponían el 51,71% del coste final, mientras que el 48,29% restante eran impuestos. Algo parecido sucedía con el gasóleo A: 57,31% y 42,69% respectivamente. Si en estos meses el descenso del precio del crudo ha sido un 46% y, por el contrario, apenas si hay bajada en lo que paga el usuario al llenar su depósito alguien se está llevando esa diferencia. Escuchar las explicaciones que los responsables políticos dan sobre el hecho es asistir a una emboscada de cifras que sólo logran desconcertar aún más al sufrido consumidor.
Veamos otros datos que sí entenderá con facilidad cualquier lector, lo que ganan los dirigentes de las petroleras.
Según informa Repsol, su presidente Antonio Brufau recibió el año 2014 una retribución total bruta de 3,8 millones de euros. Eso sí, un 22% inferior a los 4,9 millones que ganó en 2013. Hemos elegido sólo el sueldo del presidente de la primera petrolera española, sin contar los sueldos que se reparten el resto de altos directivos, entre ellos Josu Jon Imaz, el que fuera consejero de Industria, Comercio y Turismo del gobierno vasco y ahora consejero delegado de Repsol. Es algo muy frecuente el paso de antiguos dirigentes públicos a la actividad privada relacionada con su antigua responsabilidad política.
Seguro que ahora el lector entiende uno de los porqués del mínimo descenso del precio de la gasolina.
Continuemos, vamos a adentrarnos en los procelosos conceptos del recibo de la luz.
Hay en él una primera parte que corresponde a la potencia contratada, es decir la fija que paga el consumidor según su necesidad de potencia, independientemente del consumo. Aquí se ha producido en 2014 un 18% de incremento en el precio que aplican las suministradoras, que quieren compensarse del ahorro que el consumidor obtenga con las bombillas y aparatos de bajo consumo. Lo que te ahorras en el consumo (aunque requiere cambiar las bombillas, costosas en sí) ahora se lo lleva la suministradora al subir el precio de la potencia contratada. Además, el consumidor debe ajustar muy bien su potencia a la hora de renegociar su contrato, porque si se equivocara su impericia le puede suponer 300 € de sobrecosto. Un dilema.
El segundo concepto del recibo es la energía consumida, que tiene dos partes. Los peajes: que son el transporte y distribución de la energía; que son las primas a las renovables (impuesto que se paga para compensar el desarrollo de las energías no contaminantes, aunque más adelante veremos que estas ayudas se han suspendido); y que es el déficit tarifario (desfase entre ingresos y gastos del sistema). Este último punto, que regula el Gobierno y supone más de la mitad de lo que nos cuesta la luz, se encuentra actualmente en plena batalla judicial. El Supremo ha admitido el 25 de febrero último los recursos contenciosos-administrativos de EON, Endesa e Hidroeléctrica del Cantábrico contra la orden del Ministerio de Industria que congelaba el aumento de precios, el fijó de la parte regulada del recibo de la luz. Un enfrentamiento entre las eléctricas y el gobierno que paga, ¿quién?, el consumidor.
Iberdrola remuneró con 14,84 millones de euros a los 14 miembros de su consejo de administración durante 2013
La otra parte es el precio de la energía en sí misma, que depende de la producción instantánea, si hay viento y entonces baja, si no hay viento y entonces sube, si hace sol y se produce energía fotovoltaica y entonces baja, etc. Esto se negocia día a día, hora a hora y para fijar la tarifa se celebran subastas trimestrales en las que pujan los productores, las distribuidoras y los grupos de inversión con ánimo de lucro.
Hay que añadir los impuestos de la electricidad (5,1% sobre el total de conceptos), el IVA (21% sobre el total, que incluye ya el anterior impuesto. Un impuesto que se grava sobre otro impuesto), y el alquiler del contador.

Generadores eólicos en Galicia. Soria se comería los caballos y repercutiría el gasto en el recibo de la luz. Al tiempo.
El exconsejero de Endesa, Andrea Brentan, recibió en 2014 una retribución de 12,3 millones de euros, 11 en concepto de indemnización por «despido»
Como se ve, entender el recibo de la luz requiere una cierta explicación, pero sin ninguna duda el lector que haya llegado hasta aquí lo entenderá con los datos que a continuación citamos:
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, obtuvo en 2013 una remuneración de 6,16 millones de euros, así como 305.000 acciones valoradas en 1,27 millones, con lo que recibió un total de 7,44 millones por el desempeño de sus funciones. Además, Iberdrola remuneró con un total de 14,84 millones de euros a los 14 miembros de su consejo de administración durante 2013, lo que supone un incremento del 2,1% con respecto a los 14,5 millones del ejercicio anterior.
El exconsejero delegado de Endesa, Andrea Brentan, recibió en 2014 una retribución de 12,3 millones de euros, aunque 11 fueron en concepto de indemnización por su salida del grupo en octubre pasado, un despido, ¡que se quedaba en la calle, vamos!, el resto, salario. En 2013, Brentan cobró 1,7 millones de euros. Sin embargo, el presidente de la compañía, Borja Prado, sólo obtuvo una retribución de 2,6 millones en 2014, 2,37 millones de euros en 2013, y tan sólo 2,24 millones en 2012.
Gas Natural Fenosa retribuyó a su consejero delegado, Rafael Villaseca, con 3,37 millones de euros en 2014, un 3,8% más que los 3,25 millones de euros percibidos en 2013, y elevó un 1,69% la remuneración total de su consejo de administración, hasta los 7,21 millones de euros.
No son necesarios más datos para que el usuario comprenda sin ninguna duda por qué se ha incrementado su recibo de la luz.
Y si usted no comprende cómo puede pagar tanto por el gas seguro que lo entenderá con lo que lea a continuación.
El pasado 14 de noviembre, con una celeridad notable el Estado pagó a Escal-UGS (controlada en un 66,7% por ACS, Florentino, ya saben) una indemnización de 1.350,7 millones de euros por la suspensión de la construcción del almacén de gas submarino Castor, ubicado frente a Vinaroz (Castellón), que ha cerrado tras el medio millar de seísmos producidos durante el último año en la zona y que se relacionaban con las perforaciones geológicas a las que obligaba el proyecto. Un proyecto estratégico aprobado en la época del PSOE en 2008, cuando el Estado firmó unos contratos, ahora recurridos ante el Supremo por la Fiscalía y la Abogacía del Estado, en los que se comprometía al pago de indemnizaciones compensatorias para la empresa si esta no obtenía los éxitos esperados. Quizás por eso no quepan dudas de que aquí sí se han “socializado” las pérdidas y es, una vez más, el contribuyente el que va a pagar de su bolsillo la indemnización a una empresa privada. Cantidad que la OCU estima subirá hasta los 4.731 millones aplicando el 4,27% anual de intereses. Ese dinero se repercutirá en el recibo del gas de los consumidores durante los próximos 30 años. Además, Enagás, la entidad encargada por el Estado de cobrar la pasta al usuario, ha firmado un acuerdo con varios bancos para conseguir esos 1.350,7 millones pagados ya a Escal-UGS a cambio de cederles los derechos de cobro de los recibos. Un negocio redondo para la banca y para la empresa gasística, quizás no tanto para el usuario que va a sufrir durante 30 años los errores de los otros.
Mención especial requieren los fichajes que las principales empresas energéticas han realizado con un gran número de expolíticos. Así, recordemos que Endesa alinea en su equipo a estrellas como el expresidente Aznar, o los exministros Martín Villa, Elena Salgado, Pedro Solbes, o el histórico padre de la Constitución y letrado de la infanta Cristina Miquel Roca, un verdadero equipazo, sin duda. Por su parte, Gas Natural alinea a Felipe González y alineó a Narcís Serra. Parece ser que Felipe González dejará el cargo el próximo 14 de mayo, porque se aburre. Hasta esa fecha habrá percibido en los cinco años que ocupa el cargo de consejero una cifra de 566.000€. Pero no tiemble el consumidor de gas por tan irreparable pérdida, porque su puesto será ocupado por Cristina Garmendia, exministra socialista de Ciencia e Innovación.
Y Repsol, además del antes citado Josu Jon Imaz fichó a Luis Carlos Croissier, o a Ángel Acebes; o Abengoa a Josep Borrell y Rafael Escuredo; o Javier Solana y Carlos Espinosa de los Monteros en Acciona; o Marcelino Oreja en Enagás. La lista ocuparía varios renglones.
Tampoco entiende muy bien el usuario la política errática que en materia energética han realizado los diferentes gobiernos de España en la última década. Si en un momento dado se apostó por la energía fotovoltaica y eólica, siendo las industrias españolas de las más competitivas del mundo (recordemos a Gamesa, Acciona, Abengoa, etc.) ahora parece que es un sector caído en desgracia. Recientemente, el ministro de Industria José Manuel Soria fue reprobado y acusado de prevaricación por la diputada de ICV Laia Ortiz, por la decisión de suspender las ayudas a las renovables, unos 3.000 millones de recortes al sector. Se ha sabido que la decisión del Ministerio de Industria se basó en unos informes inexistentes o recibidos con posterioridad a la decisión, algo que no ha sido suficientemente explicado en el Parlamento a pesar de las interpelaciones a las que fue llamado el ministro Soria.
Además, dos empresas públicas alemanas, la SWM y la Rhein Energie, y otra de capital privado instaladas aquí han presentado una demanda de arbitraje contra España ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias, el organismo de arbitraje del Banco Mundial. Los sucesivos gobiernos españoles les prometieron unas ayudas que no llegarán.
Texto y fotografías: Ángel Aguado López, marzo de 2015
Enhorabuena por este exhaustivo y concienzudo análisis de cómo se gestiona el indignante mundo de las petroleras, las eléctricas,…de las diferentes las energías.
En una especie de pesadilla, y como si de un escenario de coto privado de caza se tratara, estos personajes desaprensivos, poderosos e influyentes tiran a matar a los indefensos ciudadanos sin la menor contemplación. ¡Qué carajo, no estamos soñando, es la cruda realidad, en donde se nos trata sin contemplación!
Y para más «inri», al final de su «reinado» les quedan las puertas giratorias que son la vergüenza de la clase política, ¡sangrante!
Por cierto señor articulista, sus augurios sobre Soria se han cumplido: una salida laboral como adivino del futuro, ahora que encontrar curro está imposible, es asunto a tener en cuenta.(Perdóneseme el humor)
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