Un vídeo de Ángel Aguado en el recogimiento del claustro del Monasterio de Santo Domingo de Silos
Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas el cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanado a sí mismo en loco empeño.
Mástil de soledad, prodigio isleño,
flecha de fe, saeta de esperanza.
Hoy llegó a ti, riberas del Arlanza,
peregrina al azar, mi alma sin dueño.
Cuando te vi señero, dulce, firme,
qué ansiedades sentí de diluirme
y ascender como tú, vuelto en cristales,
como tú, negra torre de arduos filos,
ejemplo de delirios verticales,
mudo ciprés en el fervor de Silos.
Gerardo Diego, 4 de julio de 1924
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Preciosas imágenes e interesante su documentación anexa. Y, para más deleite, ambientadas con El Coro De Monjes De La Abadía De Santo Domingo De Silos nos provocan una visita «in sintu».
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