Carmelita Flórez
—Ay, no sé, tú, Terry, pero yo con esto de los chicos del furbo me siento mucho española y muy española. Como si me hubiera dado un ataque, un subidón de identidad patriótica, sí, como mucho más vertebrada. Decía Vázquez Montalbán que lo único que vertebra y da identidad a la España de las autonomías es el furbo, en respuesta a aquella “España Invertebrada” de Ortega. Qué quién era Ortega, pues un señor muy estirado que pensaba, aunque fuese a las tertulias de los cafés con toreros, ya ves tú qué cosas, pensar ahora, si le das una patada bien dada al balón y te ganas la inmortalidad en el pensamiento de los pueblos. Bueno, Terry, que no me quiero poner trascendente, pero que los chicos del furbo le ganen a la pérfida Albión una Eurocopa en el Berlín de los Austrias a mí me ha llenado de españolidad imperial, de orgullo, mucho española y muy española. Ha sido como regresar al siglo XVI de la espada del emperador Carlos. A la batalla de Mühlberg. Lo próximo, Gibraltar. Porque lo de Alcaraz, el tenista, recibiendo la copa de manos de la princesita inglesa…

—También es mérito del entrenador, ese señor con gafas que
—Sí, también, ese señor tan serio, no recuerdo cómo se llama. Luis, creo. A mí los que me ponen son ese chico tan guapo del Athletic, que creo que sus papás llegaron en patera a la península. Y el otro, el niño ese medio moro que vive en Mataró y juega en el Barça. Y otro de la Real de San Sebastian que ha metido el gol del triunfo, como el de Zarra en Maracaná hace miles de años. Anda, que estará bueno el nacionalismo sabinista excluyente y los del circo de JUNT, que les han crecido los enanos y se han pasado al enemigo de la zamarra roja. Y hasta dos jugadores gabachos de origen, que se han venido al otro lado de los Pirineos a menear la pelota. Todos extranjeros, exiliados, que hasta Martínez el facha, digo Santiago, ha cambiado sus mensajes xenófobos y racistas y se está pensado si adopta a los furbolistas y les da alguna consejería de deportes en alguna autonomía invertebrada ahora que se ha quedado con las poltronas vacantes, que alguno de los que antes le representaba le ha dicho que sus ideas ya no le representan y que se pasa al otro bando. Como dijo Groucho Marx: “Estos son mis ideales, si no le gustan tengo otros”.

—Y el que se lo ha pasado estupendamente es Felipe y sus niñas que
—Sí, Felipe, perdón don Felipe, presumiendo de niña por Berlín. Y con la otra paseando por Lisboa, que ya no le cabe el orgullo de papá, que va flotando al ver a sus angelitos cómo despiertan ansiedad y admiración allá por donde pasan, españolidad, españolidad, españolidad. ¡Qué jugada! Lo mejor que le ha pasado a la monarquía en un siglo, las dos niñas. Está claro, lo de la sangre nueva, digo, la rancia se ha oxigenado con la plebeya y ahora las chavalas molan casi tanto como los futbolistas, toda la prensa del corazón buscando sus fotos, que ya tiene otro filón donde dirigir sus objetivos. Sin política, sin políticos tan mustios y mendaces. Dos querubines.
—Y sobre todo que
—Sí, Terry, sobre todo y además que hemos ganado un 14 de julio. ¡Aux armes citoyens, formez vos bataillons, marchons, marchons qu’un sang impur abreuve nos sillons! Sí, Terry, tal vez podamos adoptar esos versos como propios ya que el himno español no tiene letra, ¿no? Porque a Mbappé le damos la nacionalidad española ya. ¡La que ha montado Florentino en el Bernabeu! La catedral española más conocida y visitada. Kylian, otro que quiere nacionalizarse mucho español y muy español. Ay, no sé, Terry, di algo. El furbo envenena mis sueños.
Fotos de Terry Mangino







