• Bienvenidos
  • El negocio de los bancos
    • El FROB
    • 133 banqueros millonarios
  • Arquitectura, urbanismo y naturaleza
    • Arniches y Domínguez, la arquitectura, el exilio y la vida
    • Un veinteañero: el Guggenheim
    • Habitar en una obra de arte: Villa Savoye
    • Malasaña
    • La beauté est dans la rue!
    • La beaute est dans la rue (II)
    • La luz del membrillo
    • La cigüeña blanca
  • Gastronomía
    • Cocochas franciscanas
    • Los héroes también comen patatas
    • Comer es inocente
    • La luz del membrillo
  • Por tierras de Castilla
    • Viaje a La Alcarria
    • Castilla la Vieja: abandono y santería
    • Otoño en el monasterio de Santo Domingo de Silos
    • La revelación equinoccial de San Juan de Ortega
    • Angelitos belloS
  • Historias de la historia
    • Arniches y Domínguez, la arquitectura, el exilio y la vida
    • Son, o fueron
    • Manuel Vázquez Montalbán
    • 80 aniversario de la Batalla de Brunete
    • 80 aniversario del bombardeo de Guernica
    • Tardío homenaje a los republicanos que liberaron París
    • Brigadistas
    • Los Benedito: taxidermistas, artistas y científicos
    • Ángel Cabrera Latorre, zoólogo y paleontólogo
    • Venceréis, pero no convenceréis
    • Pasionaria y los siete enanitos
    • Los Diarios robados de Azaña
    • Dolores
    • 85 aniversario de la proclamación de la II República
    • 23F. 35 años después
    • Los Astados Unidos de España
    • Dos Passos, tras los pasos de Pazos
    • El último ajusticiado por garrote vil en España
    • El capricho de la historia
  • Deporte y salud
    • La insoportable erosión del tiempo
    • Barro, sudor y viento
    • Ali Bomaye
    • Aupa Atleti
    • Gimnasia Estética
    • Atletas populares
    • 42.195m
    • Eros y Tánatos
    • Roma no paga a los traidores
    • Citius, Altius, fortius
    • El furbo es asín
    • La salud importa
    • VO2 max: esfuerzo y rendimiento
    • Boxeo
  • Rincón del cuento
    • Estrellitas y duendes
    • EL FARDO, un cuentecito de Rubén Darío
    • Comentario de texto
    • Guillermo de Baskerville (I)
    • Bajo el volcán
    • ¿Dexe qué?
    • Cavalleria Rusticana
    • Reflejos
    • El inconsciente
  • Qué leer
    • El honor del general Franco
    • Leo, luego pienso
    • Pasionaria y los siete enanitos
    • Los Diarios robados de Azaña
    • Caronte aguarda. Fernando Savater
    • El Impostor. Javier Cercas
    • El cura y los mandarines
    • Pepe Carvalho tras las huellas de don Quijote
    • Vargas Llosa: El sueño del celta
    • Don Quijote de oidas
    • Comer es inocente
  • Ana Rodríguez de la Robla
    • La dama bifronte
    • Troncos
    • Volver una y otra vez
  • Poesía… eres tú
    • Luis Álvarez Piñer, un poeta
    • Troncos
    • De exilio y verdín
    • Carlos Oroza: Évame si me transito
    • Pascual Izquierdo
      • El Telero
      • Comentario de textos
      • Alba y ocaso de la luz y los pétalos
    • Emilio Pascual
    • Dionisio Ridruejo: A la torre de san Esteban
    • Aurora Vélez
    • Ana de la Robla
  • Fotogalerías
    • Desafecto
    • Los gritos del silencio
    • Chinatown
    • Sniper
    • Están cambiando los tiempos
    • No hay pan pa’tanto chorizo
    • Marchas de la dignidad
    • Fuego en la piel
  • El cine es maravilloso
    • Bajo el volcán
    • The front page boulevard
  • Peteneras, por Rafael Alonso Solís
    • Nostalgia y mitos
    • La vacuidad de la monarquía
    • Nostalgia y plata
    • España como mito
    • Ojos verdes
    • Chulos de la muerte
    • Alfonso
    • Bagdad, trece años después
    • Darwin y Mariano
    • La muerte de Borges
    • La farsa del discurso
    • El color turbio
    • Siglo XXI: el origen
    • Huevos de Pascua
    • La Cueva de Zaratustra
    • Arte, ciencia y revelación
    • Brujas y serpientes
    • Números y letras
    • Dolores
    • Évame si me transito
    • Amos de la guerra
    • España y su ciencia III
    • España y su ciencia II
    • España y su ciencia I
    • El careto de Billy el Niño
    • Los orígenes
  • Sociedad
    • San Sebastián
    • Jaque continuo
    • La leyenda del tiempo
    • Arturito Pomar, un genio en el país de la nada
    • La Columna Leclerc
    • Reglamento de protección de menores frente a internet
    • Orgullo Gay, Madrid, 2016
    • La Columna Leclerc
    • Mogollón en Sol
    • Pienso, luego estorbo
    • Semana de Pasión
    • Chinatown
    • Santos y soldados
    • Muerte de un ciclista
    • Libertades Públicas
  • Mujer
    • Dolores
    • Día de la mujer trabajadora
    • Machismo, ¡no, gracias!
  • Paris c’est la vie
    • 20 años y un día… después
    • Tardío homenaje a los republicanos que liberaron París
    • Last tango in Paris: 45 añitos
    • Atentados en París
    • El frío le salvó la vida
    • Una semana después
    • Fussillade à Paris, prise d’otages!
    • Paris, j’ai t’aime
    • Macron Président
    • Y entonces, llegó Le Pen
    • La France tranquille
    • Habitar en una obra de arte: Villa Savoye
    • 8 mai à Paris
  • Segovia, guía de la ciudad
    • Segovia inédita

Escaparate ignorado

~ La actualidad examinada

Escaparate ignorado

Archivos de etiqueta: Románico

La Bureba: románico, silencio y soledad

11 viernes Abr 2025

Posted by Ángel Aguado in Uncategorized

≈ 2 comentarios

Etiquetas

Briviesca, Burgos, Félix Rodríguez de la Fuente, Frías, La Bureba, Oña, Poza de la Sal, Raices de Castilla, Románico, Soto de Bureba

Carmelita Flórez

El caminante siente una extraña sensación cuando pasea por estos pueblos burgaleses vacíos, como si tras las ventanas cerradas, tras las puertas clausuradas, tras los anuncios de escombros en venta, en el interior de las fachadas ruinosas, desde el fondo oscuro de los desvanes unos ojos invisibles le observaran, le censuraran el atrevimiento de invadir un paraíso ajeno. Deben ser los espíritus de sus antiguos pobladores que le reprochan que con sus pasos altere la paz ganada en tantos años de abandono, que vigilan que esa memoria se mantenga oculta y ajena a su curiosidad. Es el deterioro del tiempo. Sólo los gatos se detienen inmóviles al descubrir al extraño y le afean con su mirada felina la impertinencia de sus pasos hollando un santuario.

Hay más gatos que vecinos en Barrio de Díaz Ruiz, pedanía de Briviesca. Ocho humanos. Incluso el sepulcro de Juan de Velasco y doña Mencía de Rada, condes de Revilla, que se encuentra en el interior de su iglesia del Salvador, obra de Juan de Bueras, tasado en su época en 12.000 reales, tallado en fino alabastro en 1591, está vacío. No hay restos en su interior, no hay nada. Fue un homenaje póstumo encargado por su familia castellana, los notables Velasco, pues el destinatario, don Juan, capitán general de la Armada de Indias falleció en el mar Caribe, cerca de La Habana en 1578 y sus huesos nunca se encontraron. María Luisa, habitante de este pueblecito burgalés, se ha puesto un martes sus galas de domingo para servir orgullosa de guía a los forasteros que visitan sus dominios. ¡Ay, qué bien suena su acento recio castellano! Parece un despropósito que tan extraordinaria talla sepulcral no contenga nada, ni los restos de un naufragio. Un presagio a finales del siglo XVI, reinado del rey prudente, Felipe II, anticipándose o anunciando el deterioro de una Castilla que con su imperio ultramarino y sus ansias de riqueza vertebró España y quedó después invertebrada, orteguiana, en ruinas tras la pérdida colonial. Como ese blasón torcido sobre la portada del palacio ducal, erigido para gloria de otro Velasco, bastardo, torcido de nacimiento a su pesar.

Marciano contempla el tiempo detenido en Barrio de Díaz Ruiz.

 Marciano, 42 años de camionero, marido de María Luisa, se alegra de conversar con los forasteros que irrumpen festivos en su calle siempre vacía. Unas frases con los visitantes para recontar sus paseos en su viejo Barreiros por toda la vega burgalesa transportando trigo, corderos churros, patatas, piensos… El placer de intercambiar conversación con los viajeros en su lengua pronunciada con la exquisitez secular de Quevedo, de Juan de Yepes, de don Miguel de Cervantes, de Moratín… Música celestial para los oídos atormentados de oír la turbamulta de barbarismos y exabruptos que invade ahora el habla de los urbanitas abrumados.  ¡Que tengan ustedes un buen día, caballeros del pedal!

Cementerio de Hermosilla.

La ermita románica de san Facundo se alza orgullosa camino de Hermosilla. Su imponente espadaña parece un faro que indicara el buen rumbo. Hermosilla, Barrio de Díaz Ruiz, silencio y memoria. Vidas pasadas reposando en el camposanto.  

Briviesca es la cabeza de partido de La Bureba, 7800 habitantes entre sus cinco barrios. Repoblada la última década con inmigración procedente de Marruecos y ahora con la colonia sudamericana. Tiene ferrocarril, camino de Francia, desde mitad del siglo XIX. En su estación del tren ubica Galdós el encuentro tumultuoso de los personajes de su 40 Episodio Nacional: “La de los tristes destinos”. Teresa, la protagonista femenina, declara su pasión carnal a un Santiago Ibero abrumado, el protagonista masculino. Es el comienzo de un gran romance que continuará por el sur de las Galias y llegará a París, donde se fragua la revolución comandada por Prim, que supondrá la segunda huida de los Borbones, el exilio de Isabel II del trono de España, septiembre de 1868. La Gloriosa. El tren, el camino por donde transita la libertad. Volvieron, los Borbones. La Bureba parece anclada en la historia. Por aquí nunca pasó la revolución.

Briviesca, Virovesca: Via de Hispania a Aqvitania. Ab Asturica Burdigalam. Monasterio de Santa Clara, retablo tallado por el maestro Pedro López de Gámiz, empezado en 1551, madera de nogal sin policromar, esculturas monumentales que reducen a la humildad, a la contemplación, por su negrura, por su grandeza, al visitante. Capillas, sepulcros, figuras sacras, grandes ofertas de salvación a precios regalados; rebajas, todo a cien, por un plato de visitas la santidad perpetua: “Los que visitaren esta sagrada capilla ganan todas las gracias e indulgencias que están concedidas a todas las iglesias i altares de la santa ciudad de Roma que son infinitas en gran manera i quantas beces entraren rezando lo que quisieren ganan indulgencia plenaria i remission de sus pecados…”, está escrito en uno de los retablos de la colegiata de santa María. Visitaren, futuro imperfecto del subjuntivo. Visitaren. Visitarían, uso del condicional en lugar del pluscuamperfecto de subjuntivo; hubieran visitado, confusión en el habla de Sancho de Azpeitia, el vizcaíno (de la que se mofa Cervantes en el capítulo VIII de don Quijote), error de riojanos y navarros. Tiempo verbal en desuso, como el placer de escuchar el silencio de los claustros de Briviesca.  

Imagen del retablo del monasterio de Santa Clara. obra de Pedro López de Gámiz, en Briviesca, empezado en 1551, aún sin policromar.

Soto de Bureba apenas tiene una casa habitada, pero tiene cura. Su joya, la iglesia románica del siglo XII (1176) ha sufrido el paso del tiempo tanto como las reformas poco afortunadas de su interior de muros de ladrillo-visto para evitar su ruina. Destaca por su portada con tres arquivoltas labradas con motivos didácticos-religiosos para inflamar de fe y temor cristiano el corazón de las almas simples. El cura, Stefano, muestra la iglesia. Él y dos más tienen la misión de evangelizar a sesenta pueblos de La Bureba. El cura Stefano viene directamente del Vaticano, de Roma. Sería como un fichaje galáctico importado de fuera, dadas las pocas vocaciones sacerdotales que afloran por la comarca. Muy cerca se encuentra Navas de Bureba, mucho más poblado que Soto: 20 habitantes. En su iglesia románica (construida sobre 1233), otra joya, destaca el retablo barroco del siglo XVII, más propio de una catedral y sorprendente para un pueblecito tan pequeño. Ah, santa Águeda muestra en un rincón, en bandeja de plata sus tetitas amputadas. Pobrecita, disminuida en sus encantos de mujer.

Portada románica de la iglesia de Soto de Bureba.

El tiempo se ha detenido en los relojes callejeros de Poza de la Sal. Antiguo asentamiento romano representa, según dicen sus moradores, un compendio de tres cielos: el cielo de La Bureba, a 700 m de altitud; el diapiro de Poza, a 750 m de altura, las fuerzas tectónicas de la madre Tierra desatadas; y el de Páramo de Masa, 1176 m. El tiempo es perpetuo en la iglesia de san Cosme y san Damián. Construirla llevó cinco siglos y aún hoy está en obras de restauración. Luce cinco retablos excesivos que hablan de la riqueza de esta villa tan salada. Poza de la Sal rinde homenaje a Félix Rodríguez de la Fuente, su más universal vecino. ¡Ay, aquel amigo de los animales que se nos marchó una semana santa, hace ahora 45 años! Los lobos, sus lobos que Félix convirtió en corderitos y que ahora quieren matar nuevamente con la venia escopetera de los políticos, cazar 51 lobos en Cantabria y 41 en Asturias. Pero ¿qué han hecho los lobos para merecer tan trágica suerte? ¿No sería mejor destituir a esos 51 más 41 políticos negacionistas?, parece preguntarse Félix desde las estatuas que le han dedicado en su pueblo. Poza de la Sal, 200 habitantes y sólo tres niños en edad escolar. El año próximo sólo habrá uno. Poza de la Sal llegó a producir en 1853 seis millones de Kg de sal, 6000 toneladas, 16,4 toneladas por día. ¿De verdad se producía eso? Ahora, en su trazado reticular de calles resuena sólo el alboroto de los visitantes apresurados. Félix, vuelve, te necesitamos, tanto como a los lobos.

El reloj no marca las horas en Poza de la Sal.

Los espíritus se refuerzan por los caminos y los cuerpos reclaman sustento y atención. Arona Gassama, chef y maestro culinario, ha venido de Senegal a Oña para premiar en su restaurante, Blanco y Negro, los paladares del viajero. Tras el caviar de berenjena o el yassa poulet (pollo a la brasa con arroz jazmín de Tailandia, cortado dos veces) es más fácil afrontar la visita al monasterio de san Salvador de Oña, enhiesto surtidor de piedra y talla que acongoja al cielo con su arte. Excesivo monumento dedicado a las negrituras evangélicas con imágenes penitentes de cristos llagados y sangrantes y vírgenes acuchilladas en el corazón de sus tinieblas. Un claustro con jardín interior, silencioso, recoleto redime al caminante de las fatigas lacrimosas de las tallas religiosas, de sus rostros descompuestos y agónicos, de sus expresiones macilentas. Oculos habent et non vident. Hágase la luz.

Oña, Poza de la Sal y Frías forman un triángulo mágico, la mancomunidad Raíces de Castilla. Frías se yergue victoriosa sobre una loma, parecería el espolón de un trasatlántico adentrándose en el océano de las montañas del desfiladero del río Molinar, en Tobera, yacimientos de la roca toba. Sus casas colgadas simulan cuadros cubistas expuestos en un museo. Sus calles son galerías abiertas invadidas por el frenesí viajero de los forasteros, ávidos de callejeo y bulla. Desde el puente de mando de su castillo, alzado en el siglo XV por los Velasco, se divisa el abismo de un mar de tejados y caminos venturosos. Una peña futbolística del Athletic cuelga sus atributos deportivos, sus ikurriñas a la entrada del lugar. La proximidad de Bilbao, de la Rioja, de Navarra, de Santander ha convertido Frías en un pueblo heterodoxo, reclamado como trofeo de caza inmobiliaria donde asentarse los vecinos vizcaínos remisos a los nacionalismos. Un lugar en la Bureba, el silencio frente al mundanal ruido. El río Ebro, apenas un bebé, discurre próximo a Frías. Un puente del siglo XIII permitía cruzarlo bajo el pago de un pontazgo, derecho de paso a otro lugar, a otra realidad, a otra probabilidad de conocimiento, a la convergencia de lo cierto. Ex convergentia probabilitatum exsurgit certitudo. Es el río que nos lleva por la vida. Hay que pagar por transitarla.


Fotos de Terry Mangino

Los suplentes aguardan su turno en la colegiata de santa María, en Briviesca.
Los nuevos habitantes de Briviesca.
Los que visitaren… en el Monasterio de santa Clara, Briviesca.
Estatuas yacentes de doña Mencía de Rada y de don Juan de Velasco, iglesia de Barrio de Díaz Ruiz.
Sepulcro de doña Mencía de Rada y don Juan de Velasco. Vacíos.
Blasón torcido perteneciente a un bastardo de los Velasco, en Barrio de Díaz Ruiz.
Ermita-faro de san Facundo.
Puentes sobre el río Ebro próximos a Frías.
El desfiladero de Tobera y el río Molinar.
El transatlántico Frías a toda máquina sobre el océano de la tranquilidad.
A la popa de Frías.
Desde el puente de mando de Frías doña Isabel, capitana de la flota invencible, observa el horizonte, rumbo norte, adelante, siempre adelante.
Cubierta superior del transatlántico Frías.
La pobre santa Águeda ya no necesita cruzado mágico.
Arona Gassama en su restaurante «Blanco y Negro», en Oña.
¡Ay, esta virgencita acuchillada de dolor, corazón traspasado por siete puñales! Sacristía de Oña.
Un mal trago y siniestro padecimiento. Obras maestras de la imaginería negra castellana. Sacristía de Oña, al lado de su mamá, foto anterior.
Plaza de Poza de la Sal. A veces hay algún espíritu invisible que captura al visitante y le convierte en lobo.
Soledad en Poza de la Sal.
Matías, vecino de Poza de la Sal, recuerda los felices ochenta.
Estatua de Félix Rodríguez de la Fuente en Poza de la Sal
Tiempo detenido en Poza de la Sal.
Tiempo detenido en Poza de la Sal.
Tiempo detenido en Poza de la Sal.
Detalle de El Pecado, que encadena al hombre toda la vida. En la arquivolta de la iglesia de Soto de Bureba.

Comparte esto:

  • Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva) Facebook
  • Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) WhatsApp
  • Haz clic para compartir en X (Se abre en una ventana nueva) X
  • Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva) Correo electrónico
  • Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva) Imprimir
  • Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) LinkedIn
Me gusta Cargando...

Artículos publicados

Madrid por las nubes: Antonio Palacios y Joaquín Otamendi
El Retiro era una fiesta
Una marea roja inunda las calles de Madrid: Carrera de la Mujer 2025
Protesta perruna frente al Congreso de los Diputados.
Maratón de Madrid 2025
23 de Abril: fiesta del libro.
La Bureba, el paraíso perdido en Burgos. La pobre santa Águeda ya no necesita cruzado mágico.

Carrera de la mujer 2024 en Madrid

Maratón de Madrid 2024


MISTERIOSO ASESINATO EN VALLECAS

Meterse en los charcos

  • Avatar de Ángel Aguado Ángel Aguado
    • Navidad 2025: ¡Felicidad! Vete tú a saber dónde te metes
    • Ezequías Blanco, desde Getafe al universo
    • Jackson Pollock y Andy Warhol en el Thyssen
    • Quijotes
    • Matisse y Madrazo en Madrid
    • It’s genocide, stupid!
    • El río que nos lleva
    • Las aventuras de Huckleberry, las desventuras de Kurtz
    • Parece que fue ayer: 1955
    • El retablo de maese don Alonso
Sostiene Pereira

Carrera de tacones de la calle Pelayo 2022

Meterse en los charcos

Vicente Rojo, el último romántico

Leer a Jesús Torbado

Leer a Jesús Torbado, periodista, escritor y viajero

JESUS TORBADO, PERIODISTA Y VIAJERO

Leer a Richmal Crompton, la autora de Guillermo Brown

Richmal Crompton, la creadora de Guillermo Browm

LEER A MARÍA MOLINER Y SUS FURIOSOS VOCABLOS

Leer a Juan de Yepes Álvarez

Gonzalo Torrente Ballester

Gonzalo Torrente Ballester

Leer a Rubén Darío

Leer a Rubén Darío

El Príncipe de las Letras Castellanas

Berenjenas con Gambas, la memoria gastronómica-lectora de Manuel Vázquez Montalbán

Berenjenas con gambas

Manuel Vázquez Montalbán, In Memoriam

Leer a Rafael Azcona

Humor negro para reírse de la vida

Leer a Azcona, leer guiones de cine

Leer a Carmen de Burgos

Leer a Ferlosio

Leer a Ferlosio

Viaje con Aramburu por la esritura

ENA: Una reina y un machote

¡Pero que público tan tonto tengo!

Tamara Cifuentes

Las chicas sólo quieren divertirse

Vivan los novios

Rosario y Alfonso.1950

MILENIO, el último Carvalho

QUÉ LEER EN LOS TIEMPOS DEL VIRUS

QUÉ LEER EN LOS TIEMPOS DEL VIRUS

Homenaje a Ángel Cabrera en el MNCN con motivo del 60 aniversario de su fallecimiento

60 aniversario del fallecimiento del zoólogo Ángel Cabrera

Vicent, el magnífico

Vicent, el magnífico

Manuel Vicent, periodista y cronista de la Transición

Al Caudillo le han dado el paseillo

Madrid está lleno de tumbas de tiranos sin banderas

Madrid está lleno de tumbas de tiranos sin banderas

GALÍNDEZ, asesinado por Trujillo

Franquito: ni miedo, ni mujeres, ni misas

Franquito: ni miedo, ni mujeres, ni misas... bueno rezar, rezaba mucho.

Franquito: ni miedo, ni mujeres, ni misas... bueno rezar, rezaba mucho.

Franco fusiló al general Batet por mantenerse fiel al orden vigente

Al general Batet Franco lo fusiló por su lealtad republicana

Niñas al salón que el Sabina está en la ciudad

La poesía valiente de Pascual Izquierdo

La derechuza

La derechuza

Esa mirada con que premian tus ojos mi deseo

Mujeres luchadoras por la igualdad

PATAGONIA, XXII Premio de novela Ciudad de Salamanca

Ángel Cabrera Latorre

Los Olvidados

PREMIO TIFLOS 2017

Leonor Izquierdo, el amor de Machado

Un torturador franquista: Billy el Niño

El careto de Billy el Niño

Luis Montes

Guggenheim: un veinteañero

Ángel Cabrera Latorre, un zoólogo universal

Madrid asediado, 80 aniversario de las Brigadas Internacionales

Queridos míos

Emilio Pascual
Emilio Pascual
15M 2011en la Puerta del Sol.
15M 2011en la Puerta del Sol.
¡Ay, qué calor! Julio,2015, Madrid
¡Ay, qué calor! Julio,2015, Madrid
Voluntario de cocina durante el 15 M 2011 en la Puerta del Sol
Voluntario de cocina durante el 15 M 2011 en la Puerta del Sol
George Mocanu, mosca, 52Kg. Fue en 1997 subcampeón del mundo amateur en Budapest y olímpico en Sidney en 2000 con su país, Rumanía.
George Mocanu, mosca, 52Kg. Fue en 1997 subcampeón del mundo amateur en Budapest y olímpico en Sidney en 2000 con su país, Rumanía.
Aurora, poetisa
Aurora, poetisa


Carrera de tacones de la calle Pelayo 2022
El cerro del tío Pío

Perdedores: ganador del premio TIFLOS 2017 de cuentos. Obra de Ángel Aguado López. Orgazanizado por la ONCE, Editado por Edhasa-Castalia

PATAGONIA: XXII Premio de Novela Ciudad de Salamanca 2018. Obra de Ángel Aguado López, editado por Ediciones del Viento

PERDEDORES, Premio TIFLOS 2017 de cuentos
Follow Escaparate ignorado on WordPress.com

Blog de WordPress.com.

  • Suscribirse Suscrito
    • Escaparate ignorado
    • Únete a otros 92 suscriptores
    • ¿Ya tienes una cuenta de WordPress.com? Inicia sesión.
    • Escaparate ignorado
    • Suscribirse Suscrito
    • Regístrate
    • Iniciar sesión
    • Denunciar este contenido
    • Ver el sitio en el Lector
    • Gestionar las suscripciones
    • Contraer esta barra
 

Cargando comentarios...
 

    %d