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Palabras, casi todas, de Carmelita Flórez. Fotos de Terry Mangino
— Mira, Terry, qué quieres que te diga. A mí el desayuno con churros y chocolate me parece una bendición. Bueno, y hace años la copita de aguardiente, aunque ahora ya… Así que eso de irme a dar zapatazos por el asfalto para estar guapa y sana y hacer régimen porque lo diga la sociedad de la salud pues que… como que no me mola demasié. Pero bueno, ahí he estado en la carrera de la mujer un año más. Marcando territorio, porque, ¡hay que ver!, ¡una sudaca!, bueno, eso no se puede decir, que ahora es políticamente incorrecto, una latina, que no sé por qué las llaman así cuando vienen de Sudamérica y allí no se habla latín, que se habla castellano, que me quería adelantar al llegar a META, en el Parque del Oeste, y yo que nada, que le he puesto la zancadilla y se ha metido un guarrazo con su sobrepeso que no veas, porque ya sabes que son de morfología pícnica, o sea, obesos, que se ha tragado las vallas. Sólo faltaba que me fuera a ganar una sudaca, bueno, una latina, que a punto estaba de hacer yo por debajo del puesto 25500 y eso porque llevo entrenando dos semanas. Pero bueno, he llegado la 25552, capicúa, pero he llegado, que hemos terminado 28242 mujeres. Porque no sé por qué tienen que meter la carrera de la mujer por la calle Serrano, la más pija de Madrid, todo Emporio Armani, Hugo Boss, Louis Vuitton, Loewe, etc., en vez me meterla por Usera, por ejemplo…

Las chicas vuelan sin tocar el suelo. Claudia Gómez Menéndez, en el centro de la imagen, entre las tres atletas, ha sido la ganadora, con un tiempo de 22′ 29″ en los 6,1 Km del recorrido. A un ritmo inferior a 3′ 15″ el Km. A su lado Silvia Rey Vega, que terminaría tercera. Y detrás Yvana Zagorac, que terminaría segunda.
—¿Por donde los chinos?
—Sí, Terry, por donde los chinos. Y no me interrumpas, que siempre quieres meter baza. Porque han metido la carrera por la zona más pija de Madrid. Que pasaba por la calle Génova, por donde la cueva de Alí Babá, sí, nada de ir por Lavapiés o por Aluche, o por Carabanchel, todo como muy chic, encima, para que acabáramos pronto, que después estaba lo de Florentino, ya sabes, el mandamás del equipo ese que lo gana todo, los del furbo, y claro, teníamos que desalojar Madrid rápidamente para que el alfeñique, digo el alcalde, se hiciera la afoto con los chicos de merengue en Cibeles, que dentro de tres semanas otra vez la misma historia, la repetición con no sé qué de una champions, otra vez en Cibeles, que celebran que ganan la
—Claro, la final esa que se juega en
—No me interrumpas, Terry, que vosotros los fotógrafos, con eso de dejar testimonio de la actualidad sacáis unas fotos comprometedoras, que te descubren tu intimidad y te sacan tus vergüenzas, fíjate, te hacen una afoto con la boca abierta y te salen hasta las caries. Así que tienes que ir con cuidado en cuanto ves a un reportero con una cámara, yo me he pasado toda la carrera con la boca cerrada por si me arretrataban, por eso ahora hablo y suelto lo que antes me he callado. Que sí, que hemos sido decenas de miles las mujeres que hemos corrido por Madrid y que me ha parecido muy bien y que el año que viene repito. Y que da gusto ver Madrid en rose, en rose, todo lleno de mujeres aunque sea un rato. Y bueno, venga, hazme una foto, que se la quiero mandar al grupo de guasap, y habla lo que quieras, anda, sí, así, con la camiseta rosa de la carrera, vale, esa no, que se me notan los michelines, que tendré que correr más, bueno, así, de lejos, esa, vale, eres un amor, aunque no corras, claro, cómo vas a correr tú si eres un hombre. Algún defectillo tenías que tener, además de hablar tanto, amor.








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